martes 16 abril 2024

Biden/Harris: binomio político en Estados Unidos

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Por José Antonio Bejarano

Joe Biden, candidato demócrata para la presidencia de Estados Unidos y exvicepresidente de Obama, ha sido criticado duramente por su larga carrera política, su edad avanzada, pero sobretodo, por no tener el mismo carisma de su antiguo correligionario, característica que es indispensable para derrotar electoralmente a una personalidad tan agresiva como la de Donald Trump.

Para compensar estas carencias, el candidato demócrata ha elegido a la senadora Kamala Harris para reivindicar de nuevo, incluso con mayor intensidad, el legado de Obama, y dar voz y representación a un Estados Unidos multicultural e incluyente, el cual había sido sumamente dañado por el nativismo y racismo de Trump.

El puesto de vicepresidente es percibido por algunos analistas como un cargo frustrante debido a que esta figura está prácticamente subordina por el presidente, de tal manera que, a veces, el vicepresidente es sólo un auxiliar y no una figura de liderazgo político. Sin embargo, la avanzada edad de Biden, 77 años, pone en una situación especial a su candidata a la vicepresidencia porque si él fuese electo y muriera en el transcurso de su mandato, Kamala Harris se convertiría automáticamente en la primera presidenta de los Estados Unidos. No obstante, aunque Biden no muriera ejerciendo como presidente, Harris también sería la candidata natural para sucederlo en las elecciones posteriores a su mandato si es que los demócratas ganan. Además cabe destacar que probablemente ella tenga una gran influencia en la toma de decisiones debido a su personalidad enérgica, la cual contrarresta el carácter de Biden. Todas estas circunstancias colocan a Harris en una posición muy cercana para convertirse en la primera presidenta de los Estados Unidos bajo ciertas circunstancias.

Kamala Harris fue elegida por Joe Biden porque es una figura política que puede atraer tanto el voto de la izquierda moderada como el de la izquierda radical. Tanto como senadora y fiscal general, Harris tiene un historial prácticamente moderado. Por un lado, a pesar a que ha manifestado su oposición personal a la pena de muerte, la candidata ha apoyado su uso mientras fue fiscal de distrito en San Francisco y fiscal general de California. También, durante ese periodo de su carrera, Harris se puso del lado de la policía frente a sospechosos que fueron injustamente tratados por el sistema de justicia californiano. No obstante, Harris ha tratado de moverse hacia la izquierda durante la campaña al apoyar la educación superior gratuita, el plan contra el cambio climático Green New Deal y la creación de un sistema sanitario universal. Además su condición de minoría al ser la primera mujer afroamericana y asiática-estadounidense que compite por la vicepresidencia puede atraer a sectores izquierdistas radicales, quienes no votarían por Joe Biden debido su larga permanencia en el establishment de Washington.

Indudablemente, la elección presidencial del 2020 es una elección histórica, no solo por las medidas sanitarias en la que esta se va a llevar a cabo debido a la pandemia de coronavirus, sino también, porque esta elección está abriendo el camino para que en un futuro cercano una mujer ocupe el puesto más importante del mundo al ser la presidenta de los Estados Unidos.

José Antonio Bejarano es especialista en política internacional y geopolítica.

 

 

 

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