Irán ejecutó mediante el ahorcamiento a Ruhollah Zam, activista y periodista disidente que alentó a manifestaciones antigubernamentales. El 8 de diciembre las autoridades anunciaron que el Tribunal Supremo había confirmado la sentencia de muerte de Rouhollah Zam. Las autoridades se apresuraron a ejecutar al hombre apenas cuatro días después, “en lo que creemos fue un intento reprensible de evitar una campaña internacional para salvar su vida”, reclamó Amnistía Internacional.
Rouhollah Zam, que había escapado de Irán tras las protestas postelectorales del 2009 y se le concedió asilo en Francia, fue secuestrado durante una visita a Irak en octubre del 2019 por la Guardia Revolucionaria de Irán, aparentemente con la ayuda de las autoridades de inteligencia iraquíes, y devuelto a la fuerza a Irán. Según una carta escrita por su padre al jefe del poder judicial iraní, después de su arresto estuvo detenido sin ningún contacto con su familia o abogados durante nueve meses. Su padre informó además que a su hijo solo se le permitió reunirse con su abogado designado por el tribunal en presencia de funcionarios de inteligencia y seguridad.
El régimen de Irán ejecutó al periodista opositor Ruhollah Zam https://t.co/diEbEq8Ksx
— infobae (@infobae) December 12, 2020
