viernes 26 julio 2024

El papa Francisco da la bendición Urbi et Orbi desde el Vaticano; recordó guerras y hambre en el mundo

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  • El papa Francisco dio su bendición navideña a la ciudad y al mundo.
  • Recordó las guerras y la pobreza que sufren regiones en el mundo.
  • “Dejémonos conmover por el amor de Dios y sigamos a Jesús”.

El papa Francisco dio su bendición navideña Urbi et Orbi (a la ciudad y al mundo) desde el Vaticano. En ella recordó las guerras, los conflictos y el hambre que sufre la humanidad. En su homilía anual, el sumo pontífice hizo referencia a la grave crisis de paz y seguridad en países como Ucrania, Siria, Israel, Palestina, Haití y Líbano.

Francisco recordó además el hambre que traen las guerras y que provoca la pobreza en comunidades que ya están sufriendo. Habló de los marginados, los ancianos, los huérfanos y las personas solas. “Jesús, es nuestra paz; esa paz que el mundo no puede dar y que Dios Padre dio a la humanidad enviando a su Hijo”, dijo el papa.

Mensajes desde el Vaticano

“Jesucristo es también el camino de la paz”, dijo el papa en su mensaje. “Jesús con su encarnación, pasión, muerte y resurrección, abrió el paso de un mundo cerrado, oprimido por las tinieblas de la enemistad y de la guerra, a un mundo abierto, libre para vivir en la fraternidad y en la paz”.

“Las cargas que nos impiden seguir al Príncipe de la Paz, son las mismas pasiones negativas que impidieron que el rey Herodes y su corte reconocieran y acogieran el nacimiento de Jesús”, mencionó.

“Si queremos que sea Navidad, la Navidad de Jesús y de la paz. Contemplemos a Belén y fijemos la mirada en el rostro del Niño que nos ha nacido. Y en ese pequeño semblante inocente reconozcamos el de los niños que en cada rincón del mundo anhelan la paz”.

Conflicto en Ucrania

El papa recordó el conflicto que se vive en Ucrania tras la invasión de Rusia. “Abramos el corazón a Dios y permitamos que el Señor nos disponga a realizar gestos concretos de solidaridad para ayudar a quienes están sufriendo. Que Dios ilumine las mentes de quienes tienen el poder de acallar las armas y poner fin inmediatamente a esta guerra insensata”, afirmó.

“Lamentablemente, se prefiere escuchar otras razones, dictadas por las lógicas del mundo. Pero la voz del Niño, ¿quién la escucha?”, dijo.

Paz en el mundo

“Nuestro tiempo está viviendo una grave carestía de paz también en otras regiones, en otros escenarios de esta tercera guerra mundial. Pensemos en Siria, todavía martirizada por un conflicto que pasó a segundo plano pero que no ha acabado. Pensemos también en Tierra Santa, donde durante los meses pasados aumentaron la violencia y los conflictos, con muertos y heridos. Imploremos al Señor para que allí, en la tierra que lo vio nacer, se retome el diálogo y la búsqueda de confianza recíproca entre israelíes y palestinos”, recordó el pontífice.

“No nos olvidemos hoy de tantos migrantes y refugiados que llaman a nuestra puerta en busca de consuelo, calor y alimento. No nos olvidemos de los marginados, de las personas solas, de los huérfanos y de los ancianos que corren el riesgo de ser descartados; de los presos que miramos sólo por sus errores y no como seres humanos”, mencionó.

“Aquel que es fuente de todo bien se hace pobre y pide como limosna nuestra pobre humanidad. Dejémonos conmover por el amor de Dios y sigamos a Jesús, que se despojó de su gloria para hacernos partícipes de su plenitud. ¡Feliz Navidad a todos!”, concluyó el papa.

 

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